¿Qué son los protocolos HTTP/3 y QUIC?

What is HTTP/3

¿Preparado para aumentar el rendimiento de tu web? Este artículo te mostrará cómo. Exploraremos HTTP/3, el último protocolo que hace la web más rápida y segura, y QUIC, la potente tecnología que lo sustenta.

Espera una inmersión profunda en las ventajas de estos protocolos, incluidas las mejoras de velocidad y fiabilidad, y una mirada honesta a cualquier limitación. Al final, sabrás exactamente cómo implementar HTTP/3 y QUIC para mejorar tu experiencia web.


Índice

  1. ¿Qué es HTTP/3?
  2. ¿Qué es QUIC?
  3. ¿Cómo funciona HTTP/3?
  4. HTTP/3 vs HTTP/2 vs HTTP/1
  5. Ventajas de HTTP/3 y QUIC
  6. Limitaciones de HTTP/3 y QUIC
  7. ¿Ya está disponible HTTP/3?
  8. ¿Deberías activar HTTP/3?

¿Qué es HTTP/3?

HTTP/3 es la última versión del protocolo HTTP (Hypertext Transfer Protocol), que facilita la transferencia de páginas web y otros contenidos a través de la World Wide Web. A diferencia de las versiones anteriores, que se basaban en el protocolo de control de transmisión (TCP), HTTP/3 utiliza un nuevo protocolo de capa de transporte llamado QUIC. El Grupo de Trabajo de Ingeniería de Internet (IETF), responsable de normalizar los protocolos de Internet, ha definido HTTP/3 como una revisión significativa para mejorar el rendimiento y la seguridad de la web.

HTTP/3 es la culminación de los continuos esfuerzos por mejorar los protocolos fundamentales de la Web. Se basa en el éxito de HTTP/2, que introdujo funciones como la multiplexación, la compresión de cabeceras y el empuje del servidor, pero seguía estando limitado por el TCP subyacente. HTTP/3 aborda estas limitaciones incorporando QUIC, que promete conexiones más rápidas y fiables, sobre todo en redes de rendimiento variable, como las redes móviles e inalámbricas.


¿Qué es QUIC?

QUIC, que significa Conexiones Rápidas UDP a Internet, es un protocolo de capa de transporte desarrollado por Google. Se desarrolló inicialmente para solucionar las deficiencias de TCP, sobre todo en velocidad y rendimiento. A diferencia de TCP, que requiere una serie de apretones de manos y procesos de configuración que introducen latencia, QUIC pretende establecer conexiones más rápidamente y reducir la latencia utilizando el protocolo de datagramas de usuario (UDP).

Google empezó a trabajar en el protocolo QUIC alrededor de 2012, con el objetivo de crear un protocolo que pudiera reducir la latencia de las aplicaciones web, mejorar el rendimiento y proporcionar una mayor resistencia a las condiciones cambiantes de la red. En 2013, Google ya había implementado una primera versión de QUIC en Chrome y en sus servidores. Con el tiempo, QUIC evolucionó con las aportaciones de varios ingenieros de Internet y finalmente fue adoptado por el IETF como base de HTTP/3.

QUIC es un protocolo sin conexión que utiliza UDP como base, lo que evita el inicio lento y las múltiples idas y vueltas asociadas a la conexión TCP. Integra seguridad de la capa de transporte (TLS ) para el cifrado de extremo a extremo, simplificando la pila de protocolos y mejorando la seguridad. QUIC también incorpora algoritmos avanzados de control de la congestión y mecanismos para gestionar la pérdida de paquetes sin causar retrasos significativos.


¿Cómo funciona HTTP/3?

He aquí cómo funciona HTTP/3 paso a paso, utilizando QUIC para mejorar el rendimiento y la fiabilidad de la transferencia de datos en la web:

  1. Establecimiento de la conexión: Cuando un cliente quiere comunicarse con un servidor, se inicia un apretón de manos utilizando el protocolo de transporte QUIC. Este apretón de manos está diseñado para establecer una conexión más rápidamente que los métodos tradicionales.
  2. Identificadores de conexión: Durante el apretón de manos, el cliente y el servidor intercambian identificadores de conexión. Estos identificadores ayudan a mantener el estado de la conexión y garantizan la continuidad aunque cambien las direcciones IP.
  3. Conexión TCP única: A diferencia de HTTP/2, que funciona a través de una única conexión TCP y puede sufrir bloqueos de cabecera, HTTP/3 procesa cada flujo de forma independiente utilizando el protocolo de transporte QUIC. Esto permite procesar cada flujo de datos por separado, sin esperar a los demás, lo que aumenta la eficacia.
  4. Peticiones múltiples: Tras establecer la conexión, el cliente puede enviar varias solicitudes simultáneamente a través de la misma conexión TCP. Cada petición se multiplexa, transmitiéndose en paralelo, lo que reduce la latencia y mejora los tiempos de carga.
  5. Migración de conexión: Si el cliente cambia de red, como pasar de Wi-Fi a datos móviles, la migración de conexión garantiza que la conexión persista sin interrupción. Esto es posible gracias a los identificadores de conexión, que ayudan a mantener la sesión aunque cambien las direcciones IP.

HTTP/3 vs HTTP/2 vs HTTP/1

Si comparamos HTTP/3 con sus predecesores, podemos ver claramente los avances que aporta:

  • HTTP/1 es el protocolo original de la capa de aplicación para el modelo solicitud-respuesta de las comunicaciones web. Se basa en conexiones TCP únicas por solicitud, lo que provoca ineficiencias y tiempos de carga más lentos debido a que varias solicitudes requieren conexiones separadas.
  • HTTP/2 mejoró HTTP/1 introduciendo la multiplexación, que permite enviar varias solicitudes a través de una única conexión. También incorporó funciones como la compresión de cabeceras y el push de servidor. Sin embargo, seguía basándose en TCP, que puede sufrir bloqueos de cabecera.
  • HTTP/3 lleva estas mejoras más allá utilizando QUIC. Permite múltiples flujos sin bloquearse, establece conexiones más rápidas y gestiona mejor la pérdida de paquetes. Proporciona una latencia reducida y un mejor rendimiento general en comparación con HTTP/2 y HTTP/1.

Ventajas de HTTP/3 y QUIC

HTTP/3 y la encriptación QUIC ofrecen ventajas sustanciales, como tiempos de carga de página más rápidos gracias a la reducción de la latencia del handshake y a los flujos multiplexados. Las funciones de seguridad mejoradas, como la encriptación integrada, proporcionan una sólida protección contra las amenazas habituales. Además, la fiabilidad mejorada de la conexión y la utilización eficiente de los recursos garantizan un rendimiento óptimo incluso en condiciones de red difíciles.

1. Tiempo de carga de la página más rápido

Utilizando el establecimiento de conexión más rápido de QUIC, puedes eludir el proceso convencional de apretón de manos TCP. Esto da lugar a una fase de configuración mucho más rápida, fundamental para reducir los tiempos de carga iniciales. A diferencia de sus predecesores, el establecimiento de la conexión QUIC se produce en un único tiempo de ida y vuelta (RTT), lo que reduce drásticamente la latencia.

Además, el uso de UDP en lugar de TCP por parte de QUIC permite estrategias más eficientes de corrección de errores y retransmisión de paquetes. Los paquetes perdidos se retransmiten sin alterar el orden de los demás paquetes, lo que reduce aún más la latencia.

Cuando se combina con la compresión de encabezados optimizada y la priorización de HTTP/3, esto mejora significativamente el rendimiento de carga de las páginas, haciendo que tus aplicaciones web sean más receptivas y fáciles de usar.


2. Funciones de seguridad mejoradas

La seguridad de la capa de transporte en QUIC es perfecta y robusta. Emplea el secreto hacia adelante para garantizar que los datos de sesiones pasadas permanezcan seguros incluso si las claves a largo plazo se ven comprometidas. Los algoritmos de encriptación utilizados son de última generación, lo que proporciona sólidas garantías criptográficas actualizadas continuamente para contrarrestar las amenazas emergentes.

Además, el uso de encriptación autenticada de QUIC garantiza la confidencialidad e integridad de tus datos, protegiéndolos contra accesos y modificaciones no autorizados.

A diferencia de las versiones HTTP anteriores, HTTP/3 da prioridad a la seguridad, por lo que es resistente a diversos ataques, como los ataques man-in-the-middle y de repetición.


3. Mejora de la fiabilidad de la conexión

HTTP/3 y QUIC mejoran significativamente la fiabilidad de la conexión minimizando la latencia y optimizando la entrega de paquetes, garantizando una transmisión de datos más estable y eficiente en condiciones de red variadas.

Una característica clave que contribuye a esta fiabilidad es la migración de la conexión. Cuando cambias de una red a otra, por ejemplo de Wi-Fi a móvil, QUIC mantiene las conexiones activas sin necesidad de una renegociación completa del apretón de manos. Esta transición evita las caídas de conexión, mejorando así la experiencia del usuario.

Además, los mecanismos avanzados de control de la congestión de QUIC desempeñan un papel crucial con su adaptabilidad única. A diferencia de TCP, que utiliza un único algoritmo de control de la congestión, QUIC permite estrategias de control de la congestión más sofisticadas y conectables. Estos algoritmos se adaptan dinámicamente a las condiciones de la red, reduciendo la pérdida de paquetes y la latencia.

QUIC también emplea técnicas de corrección de errores hacia delante (FEC ) para mejorar la fiabilidad. La FEC permite al receptor reconstruir los paquetes perdidos sin retransmisiones, manteniendo así un flujo de datos fluido.


4. Utilización eficiente de los recursos

HTTP/3 y QUIC optimizan la utilización de los recursos minimizando las transmisiones de datos redundantes y mejorando los mecanismos de control de la congestión. Estos protocolos emplean la multiplexación para gestionar varias solicitudes simultáneamente a través de una única conexión, evitando el bloqueo de cabecera que afectaba a HTTP/2.

Además, los avanzados algoritmos de control de la congestión de QUIC ajustan dinámicamente el flujo de datos en función de las condiciones de la red en tiempo real, garantizando un rendimiento óptimo sin saturar la red. Esta gestión inteligente de los paquetes de datos mejora la fiabilidad y la velocidad, sobre todo en entornos de red fluctuantes.

Otro aspecto crítico es la compresión de cabeceras. HTTP/3 utiliza el algoritmo de compresión QPACK, que reduce significativamente la sobrecarga asociada a las cabeceras HTTP. Al comprimir las cabeceras de forma más eficiente, QUIC minimiza la cantidad de datos transmitidos, conservando el ancho de banda y disminuyendo el tiempo necesario para establecer conexiones.


Limitaciones de HTTP/3 y QUIC

Varias limitaciones afectan al uso práctico de HTTP/3 y QUIC. Entre ellos están la compatibilidad con los sistemas heredados, la susceptibilidad a la congestión de la red y los retos inherentes a la implementación de la seguridad.

1. Compatibilidad con los sistemas existentes

A pesar de sus avances, la integración de QUIC en las infraestructuras de red existentes puede resultar complicada debido a su dependencia de UDP en lugar de TCP, más utilizado tradicionalmente. Los dispositivos de red, como cortafuegos y routers, suelen estar optimizados para el tráfico TCP y pueden manejar o bloquear inadecuadamente el tráfico UDP, impidiendo la funcionalidad de QUIC.

Además, pasar de un protocolo de capa de transporte orientado a la conexión, como TCP, a otro sin conexión, como UDP, exige modificaciones sustanciales en los middleboxes. Estos dispositivos, incluidos los NAT y los aparatos de seguridad, suelen estar diseñados para gestionar flujos TCP, y sus algoritmos pueden no adaptarse sin problemas a los matices de UDP.

Además, los sistemas heredados y el hardware de red más antiguo pueden carecer de las actualizaciones de firmware necesarias para soportar QUIC, lo que da lugar a experiencias de usuario incoherentes.


2. Impacto de la congestión de la red

Cuando se produce una pérdida de paquetes, las estrategias de retransmisión rápida de QUIC pretenden minimizar la latencia, aunque estas mismas estrategias pueden provocar una mayor congestión de la red.

A diferencia de TCP, que utiliza un algoritmo de control de la congestión más conservador, el enfoque de QUIC puede inundar la red con retransmisiones, amplificando la congestión y provocando potencialmente una mayor pérdida de paquetes.

Además, aunque QUIC elimina el bloqueo de cabecera en la capa de transporte, sus mecanismos de control de la congestión pueden seguir introduciendo ineficiencias. Cuando los paquetes se pierden y se retransmiten, pueden llegar fuera de orden, lo que obliga al receptor a esperar los paquetes que faltan antes de procesar el flujo.

Además, los flujos simultáneos en QUIC pueden verse afectados por cuellos de botella compartidos en la red, donde varios flujos compiten por el mismo ancho de banda. La congestión en un flujo puede afectar al rendimiento global, provocando un rendimiento desigual entre los flujos.


3. Índices de despliegue y adopción

El despliegue generalizado de HTTP/3 y QUIC se enfrenta a limitaciones debidas a la complejidad de integrar estos protocolos en la infraestructura de red existente y a la necesidad de realizar pruebas exhaustivas de rendimiento.

Los operadores de red deben actualizar o sustituir los sistemas heredados incompatibles con la capa de transporte basada en UDP de QUIC, que contrasta con el HTTP/2 tradicional dependiente de TCP.

Otro impedimento es la necesidad de realizar pruebas de rendimiento sólidas en distintas condiciones de red. Tienes que asegurarte de que HTTP/3 y QUIC proporcionan mejoras de rendimiento coherentes con respecto a HTTP/2, lo que requiere pruebas rigurosas y generalizadas.


4. Rendimiento bajo carga

A pesar de su promesa de mejorar el rendimiento, estos protocolos pueden presentar cuellos de botella cuando se establecen numerosas conexiones simultáneas. Aunque la dependencia de UDP aumenta la latencia reducida, también introduce posibles problemas de pérdida de paquetes, que pueden degradar el rendimiento en caso de congestión de la red.

En cuanto a la migración de conexiones sin problemas, la capacidad de QUIC de mantener las sesiones a través de cambios de IP es innovadora. Sin embargo, esta función puede consumir muchos recursos, ya que requiere una importante sobrecarga computacional para garantizar la sincronización de estados y la seguridad. Esta sobrecarga puede convertirse en un factor limitante bajo cargas pesadas, anulando potencialmente algunas de las ventajas de rendimiento de QUIC.


¿Ya está disponible HTTP/3?

La compatibilidad de los navegadores Web con HTTP/3 está muy extendida. La mayoría de los principales navegadores, como Chrome, Firefox, Safari y Edge, ya lo admiten. Esta adopción global garantiza que los usuarios finales puedan experimentar el rendimiento mejorado y la latencia reducida de HTTP/3. Sin embargo, para aprovechar todas las ventajas de HTTP/3, tu infraestructura de servidores y servicios CDN deben ser compatibles con HTTP/3.

Aquí tienes algunos servidores y proveedores de CDN que soportan HTTP/3:

Servidores web

  1. NGINX
  2. Apache (mediante mod_http3)
  3. LiteSpeed
  4. Caddy

Redes de distribución de contenidos

  1. Cloudflare
  2. Akamai
  3. Rápidamente
  4. Amazon CloudFront
  5. CDN en la nube de Google
  6. CDN de Microsoft Azure

¿Deberías activar HTTP/3?

HTTP/3 es ventajoso para empresas y organizaciones con sitios web de alto tráfico, como plataformas de comercio electrónico, redes de distribución de contenidos, servicios de transmisión de medios y plataformas de medios sociales.

Estas entidades pueden beneficiarse significativamente de tiempos de carga más rápidos, una mayor fiabilidad de la conexión y una mejor gestión de grandes volúmenes de conexiones simultáneas.

Las empresas tecnológicas y los proveedores de SaaS, incluidos los proveedores de alojamiento web y de software como empresa de servicios, deberían considerar la posibilidad de habilitar HTTP/3 para obtener una ventaja competitiva.

Las instituciones financieras y los servicios bancarios en línea también se beneficiarían de unas conexiones más rápidas y seguras, que mejorarían la experiencia del usuario en las transacciones en línea que requieren alta fiabilidad y seguridad.

Habilitar HTTP/3 no es crítico para los usuarios medios porque generalmente lo gestionan los sitios web y servicios que utilizan. A medida que más plataformas adopten HTTP/3, los usuarios se beneficiarán indirectamente de una mayor velocidad y fiabilidad, pero no necesitan realizar ninguna acción por sí mismos para experimentar estas ventajas.


Conclusión

HTTP/3 y QUIC mejoran enormemente el rendimiento de la web al aprovechar los protocolos de transporte avanzados y el cifrado integrado. Mitigan las limitaciones de las versiones HTTP anteriores, ofreciendo tiempos de carga más rápidos y una mayor fiabilidad.

Como HTTP/3 sigue ganando adeptos, es crucial que te adelantes habilitándolo en tus servidores. Este paso proactivo garantiza que ofrezcas una experiencia de navegación más receptiva y segura, y que sigas el ritmo de la evolución de las normas web y las expectativas de los usuarios.

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